Aúpa Amigos, pues si, Sí, Sí La SeXTa Ya eSTá aQuíiii¡¡¡
Ya de vuelta de tierras niponas, es tiempo de plasmar las vivencias de este maratón, que además de sumar mi sexto Major, nos ha permitido de nuevo, poder disfrutar de un inolvidable viaje por tierras asiáticas.
El valor real de estas 6 major reside, en poder haber disfrutado de dos de las cosas que mas me gustan en esta vida, viajar y correr, si a esto lo aderezamos con familia y amigos, el cocktail es perfecto¡¡¡
Japón no era un destino que me llamara mucho la atención años atrás. Poco a poco, he ido conociendo su gastronomía, la cual me ha ido cautivando. Así que, que la Maratón de Tokyo formara parte de los 6 Majors, era una buena escusa para escaparnos hasta allí, y ver que es lo que se escondía tras su cocina.
Esta aventura, comenzaba allá por el mes de Agosto, cuando se abría la inscripción para corredores overseas con marcas por debajo de 2:45, tan solo 300 dorsales, pero creo que si tienes una marca por debajo de esos 2:45 no ha de haber problema. Acredité los 2:39:54 de Chicago y en cuestión de un mes ya tenía la confirmación de que había sido admitido.
Fue curioso encontrar luego en la feria del corredor un Mega Poster con todos aquellos que habíamos llegado hasta allí acreditando marca....
Una vez confirmada la participación, tocaba organizar el viaje. Iberia actualmente solo tiene dos vuelos directos semanales a Tokyo (ya han confirmado que subirán a 5, Tokyo 2020 se acerca¡¡¡). Actualmente solo los Martes y Viernes. Finalmente descarté ambos. Uno porque llegaba demasiado pronto y no me veía encerrado en el hotel descansando y el otro porque aterrizaba el Sábado, y en caso de haber algún problema podría comprometer la recogida del dorsal. Así que finalmente me decanté por un vuelo con salida de Madrid a las 7 AM, con escala en Londres, y con llegada el Viernes a eso de las 8:30 AM horas niponas.
Para un popular, al menos en mi caso, no hay discusión, con cuanto menos tiempo llegues antes de la cita mejor. No hay tiempo para la aclimatación, pero tampoco para acumular cansancio. Son tantos los factores que rodean a una maratón, que sinceramente este, aún siendo de los más importantes, debe de ser asumible para un popular.
Así pues, el pasado Jueves 22 de Febrero, a las 5 AM, Nico y MAri pasaban a recogerme por la puerta de casa, dando comienzo a la Aventura Nipona. Tras 19 horas y una escala de dos horas en Londres, aterrizábamos en Tokyo a eso de las 8 AM ( 00:00 en Madrid,8 horas de diferencia). Recogida de maletas, y unas dos horas más tardes llegábamos al Hotel, que estaba emplazado en el barrio de Asakusa.
Sin tiempo para mucho más, nos unimos a Carlos y Victor que estaban en Tokyo tras haber corrido la Maratón de Kyoto la semana anterior. Nos dirigimos hacia la feria del corredor. Una hora más de transporte, pero ahora ya si pudiendo disfrutar del Skyline de la ciudad de Tokyo¡¡¡
Recogida de dorsal, paseo rápido por la Feria, que nos pareció más bien estilo Bazar, y de vuelta hacia el hotel para hacer nuestra primera comida en Japón.
Tras la comida, nos retiramos para descansar un poco. Quizás hubiera venido bien una siesta, pero prefería aguantar hasta la noche para así caer más cansado...
Por la tarde, me uní a Carlos, Victor y MAri que andaban tomando una cerveza.
Un par de ellas, y al hotel, donde me tomé un par de yogures con cereales y a dormir. Llega un momento que el cuerpo ya no sabe si cena, desayuna, duerme... Así que tras 30 horas donde dormí apenas 45 min, me metía en la cama cansado...
Una mañana soleada, la excitación del día previo de la carrera y esas 8 horas que entre pitos y flautas había conseguido dormir, hicieron que me sintiera recuperado del viaje del día anterior.
No suelo ser de salir a estirar piernas el día de antes, pero como todavía no había llegado la familia, le dije a Nico de salir 25 min a estirar las patas, y lo disfrutamos de lo lindo¡¡¡
Tras la breve carrera, y unos progresivos en la puerta del hotel, desayuno y dar una vuelta de reconocimiento por ""el barrio"".
La verdad es que fue todo un acierto alojarse en Asakusa, barrio lleno de vida, con su Puerta de Kamarinamon como tarjeta de bienvenida, su comercio y su multitud de restaurantes, hace de este barrio una muy buena opción para tu estancia en Tokyo¡¡¡
Tras el paseo, a esperar en el hotel a que llegara el resto de la expedición nipona. Marta, Guille, Mario, Antonio y Emi, llegarían sobre las 13. Tiempo justo para dejar las maletas y a comer.
Fue complicado encontrar una mesa para tanta gente, pero finalmente lo conseguimos en un restaurante al que ya le habíamos echado un ojo anteriormente.
Este es otro de los hándicaps que se ha de superar cuando viajas tan lejos para correr un maratón, el de la alimentación. Pero de perdidos al rio, y nos metimos a comer Monjayaki y Okonomiyaki,
Para entonces la Asahi, ya se había convertido en un fijo en nuestra dieta nipona....
Tras la comida, de nuevo paseo por el barrio, esta vez para visitar el Templo, la pagoda, etc, y sobre las 5, a descansar un poco a los aposentos...
Sobre las 7, salida para la cena. Esta vez a base de hidratos y proteína en forma de sushi y sashimi...
Las 21:30, fue una hora perfecta para retirarnos a intentar descansar, porque al día siguiente tocaba lidiar con La MaDRe De ToDaS LaS BaTaLLas¡¡¡¡¡
A las 6 AM, había puesto el despertador, no hace falta decir que no llegó a sonar. Desayuno a base de café nexpreso, y tres rebanadas de pan con miel, eso sí esta vez tocó desayunar en el baño, para no despertar a Marta.
A las 7AM, había quedado con Nico para coger el metro que estaba a escasos 200 metros de la puerta del Hotel. Al menos en mi caso, cuanto más viaja uno, más despreocupado va uno. Llegar a la salida de un maratón en una ciudad que no conoces, no es nada difícil, tan solo has de seguir a la gente, que al igual que tú, viaja con cara de sueño, la más amplia de sus sonrisas y ataviados en muchos casos con ropa de Homeless.
Así que eso fue lo que hicimos, obviando las referencias que la noche antes había tomado en mi teléfono, decidimos seguir, al primer corredor que vimos, si a eso le añades que tenía los ojos rasgados , no podíamos perdernos¡¡¡¡
Pues bien, gracias a que allí en Japón casi nadie habla inglés, casi la liamos¡¡¡¡ Tokyo en su primeros días puede ser un poco lioso con tantas líneas de metro, la JP rail, etc. El billete es distinto para todas ellas. Así que nos bajamos tras nuestro amigo, y cuando llegamos al siguiente torno, vimos perplejos como nuestro billete proporcionado por la organización no funcionaba¡¡¡¡
Un controlador de la JP rail, con cara de pocos amigos, y con el signo japonés inequívoco de brazos cruzados en forma de X nos avisaba de que algo gordo estábamos haciendo. Intenté explicarle, que íbamos a la maratón y que teníamos que correr, y como dos buenos capullos que somos habíamos salido sin money del Hotel: ""no money my friend¡¡"" we have to run the marathon¡¡¡
Nico nervioso, me incitó a saltarnos el control y tirar para adelante, menos mal que no le hice caso, porque a estas alturas podíamos estar hablando de que nuestro maratón pudo acabar antes de salir, jejeje
Así que nada, vuelta sobre nuestros pasos y al metro del que nos habíamos bajado. Una vez dentro y tras varios intentos de comunicarnos con el personal en inglés para comprobar si con ese billetito del Tokyo metro podíamos llegar a la salida, detecté en el vagón un corredor de aspecto latino, así que tras el do you speak english?? al que le siguió un y español también, conseguimos relajarnos un poco...
Dicho corredor resultó ser Alfonso, que grande donde los haya había salido de su hotel con la ruta bien aprendida, y aunque no se lo preguntamos, seguro que también llevaba algo de dinero por si acaso.... en fin que le debimos parecer como Fernando Esteso y Pajares.
Cuando llegamos a la zona de salida, nos tuvimos que separar de Alfonso, al que, a buen seguro llamaré cuando vaya por Santander para hacernos alguna salida por esa ciudad que tanto me gusta¡¡¡
La seguridad impecable, la organización de los drop box para ropero y baños no tanto. Aunque ha sido el primer maratón, donde la mañana de la carrera me ha costado ir al baño (sería por la diferencia horaria) necesitaba un baño, para, ejm, ejem ya sabéis, por si acaso... LAs colas eran interminables¡¡¡¡
Como uno ya tiene unas pocas de tablas, decidí posponer la visita hasta estar dentro mi zona de salida, y en efecto, poco antes de entrar en el corral, unas escaleras sospechosas descendían... me extrañó que un país tan civilizado la gente se arriesgara a buscar un recoveco donde echar ese último pis, pero aún así bajé.. y pude finalmente encontrar unos baños completamente vacíos donde aliviar los últimos nervios.
15 min antes ya me encontraba en al cajón de semielite. Los momentos antes de la salida, son de los que más disfruto, es una sensación de felicidad máxima. Piensas, jo aquí estoy a 10.000 km de casa dispuesto a correr la Maratón de Tokyo, cosa que nunca podría haber imaginado.
Te sientes un privilegiado, estas en la línea de salida, sin lesiones, sabiendo que tu familia te va a estar animando en las calles de Tokyo, en esta ocasión también estará Antonio, Emi y los kyotenses Carlos y Victillor, no se puede pedir más...
A las 9:10 AM, con puntualidad japonesa se dio la salida, miles de confetis vuelan sobre nuestras cabezas, el AUPAAAAA que sonó desde mi garganta fue bien grande, la MADRe De ToDaS LaS BaTaLLas daba comienzo...
La salida, salvando las distancias, me recordó bastante a la de Chicago. Escoltado por las torres del Tokyo Metropolitan Goverment, hace más majestuosa si cabe la salida de este Major. Preludio de lo que pudo haber sido y no fue, ya que a lo largo del recorrido, este me fue defraudando....
El dorsal semielite, me daba derecho a salir en el primer cajón tras los elites. Aún así, a escasos 5o metros de la salida, se forma una gran montonera y pude ver hasta casi la decena de corredores en el suelo, por suerte pude esquivarlos, y seguir mi camino. De nuevo la reflexión de que cuando te la juegas con Filípides no sabes donde te acecha el peligro, y cobra más valor si cabe el poder cruzar la línea de llegada...
Mi idea era clara, correr pon sensaciones, prestando atención a los parciales cada 5 km para intentar pasar la media maratón en torno a 1:20. A partir de ahí ya veríamos, mantener el ritmo hasta donde pudiéramos, y si al final el cuerpo respondía, intentar volver a estar por debajo de 2:40.
Tras el susto inicial, toca empaparse del ambiente cuanto antes. Los primeros km's están abarrotados de gente, que aunque poco bulliciosa se hace notar, y te recuerda que estás ante una gran cita. El comienzo pica descaradamente hacia abajo, lo cual ayuda a coger el ritmo rápidamente.
El primer 5k lo paso en 19:06, se que es un poco lento comparado con los últimos maratones (del orden de 20 seg), pero esto acaba de empezar...
LA mañana ha amanecido fría, pero la previsión es de que a lo largo del día mejore, por eso decidí ponerme los viejos guantes de Beefeater, que me recuerdan que otrora era un cierra bares, pienso que será un bonito sitio donde finalmente separarnos, han sido seguramente más de 15 años juntos¡¡¡
El primer Split discurre por el barrio de Shijuku, y con sus neones coloridos, te recuerdan que estás corriendo en Asia, la carrera promete. Pero no recuerdo exactamente en que momento, el paisaje cambia y se convierte en un monótono mural de cemento grisáceo.
El km 10 va llegando, la carrera de discapacitados de 10k, se separa hacia la derecha, justo donde he quedado con Marta y el resto de la expedición, así que toca ir pendiente de ambos lados. Muchísima gente por el recorrido, animando muy al estilo nipón, bajito para no molestar¡¡¡Dambalé¡¡¡Haito¡¡¡
Paso el km10, segundo Split en 18:53 (38:00 el 10mil). Las sensaciones son muy buenas, no puede ser de otra manera, acabamos de empezar, jejejeje
Aproximándonos al 11, logro ver las rojigualdas, señal inequívoca que allí andan los chicos. Me despego del grupo me dejo ir hacia la izquierda, mientras grito como un loco AUPAAA¡¡AUPAAA¡¡¡No falta el beso a Marta, el choque con Guille y MArio, y el baño de masas con los demás¡¡¡
Después del subidón, toca templar los nervios y volver a ajustar el ritmo. Me he quedado un poco descolgado, pero enseguida encuentro otro grupo. Ya me había avisado Victillor de que en Japón la gente corre que se las pela¡¡¡¡ y así fue, podía ver por delante muchísima gente, y no de esos que vas adelantando, no, gente con ritmos de 2:40 en maratón...
Me acoplo bastante bien al grupo, al que cariñosamente llamaría el Grupo del beso¡¡
Tercer Split en 18:55. Seguimos con buenas sensaciones y el ritmo dentro de lo esperado. Además la carrera ha pasado por el barrio, y ya se sabe eso de correr por casa siempre es un plus¡¡¡¡
Entre el 15 y el 20 está el primer giro de 360º, logró escuchar a Alfonso con ese Aúpa¡¡¡ le saludo en la distancia y sigo hacia adelante. La carrera, me sigue pareciendo sosa, mucha gente pero ambiente frio. Aprovecho cada vez que me cruzo con algún grupo de españoles, para arengarles y subir un poco la temperatura de la carrera.
Km 20 en 1:16:13, split en 19:15. No son buenas señales haberme ido por encima de 19, pero las sensaciones siguen siendo buenas, voy metido en grupo y sigue habiendo confianza¡¡¡
Paso la media según Garmin en 1:20:28, proyección de 2:41. A partir de ahí, toca seguir remando y ver que pasa. Tomo el segundo el gel y sigo haciendo camino.
Km 25 en 19:23. Sin llegar a tener malas sensaciones, el reloj va diciendo que o mucho cambia la película o no habrá sorpresa al igual que sucediera en Chicago.
En el siguiente Split, vuelve a estar de nuevo la familia, razón de más para seguir todavía enchufado en la carrera, a la espera de un milagro¡¡¡
De nuevo poder sentir el calor de los tuyos, hace que uno pueda tocar el cielo con las yemas de los dedos¡¡¡ que pasada¡¡¡¡
Poco a poco la musculatura se va agarrotando, y una cosa tengo bastante clara, es el sexto major y quiero guardar estos últimos km's en la retina....
Km 30 en 1:55:11. Split 19:33. La animación aunque el recorrido está abarrotado, sigue siendo poco bulliciosa, pero yo que ya voy pensando en colgarme la medalla de los seis majors no desaprovecho ninguna ocasión para bailar al son de los tambores¡¡
Del 30 al 36, coincido con cabeza de carrera, que circula en sentido contrario, y me dedico literalmente a ver la carrera, que ya busca sus últimos km's. Salvo el grupo de las féminas que todavía es bastante grande, el resto ya va bastante desperdigado. Me llama la atención la cantidad de japoneses que van en las primeras plazas, como corren estos nipones¡¡¡¡
En el 36, giro de 360º y ahora sí a buscar la meta, en una zona que aún con los toboganes mencionados, si que me pareció favorable, para en caso de ir con fuerzas poder haber ganado algún segundo al cronómetro. Lo cierto es que, haciendo gala del Hachimaki que lucí ""fighting spirit" lo intenté en un par de veces, pero ante la negativa de mis piernas, bloqueadas ya por el esfuerzo, decidí volver de nuevo al ritmo cómodo.
Con una musculatura bastante castigada, e incluso con avisos de acalambramientos en los pies, los últimos km's se hicieron duros, pero diría que fueron de los más emotivos que haya corrido nunca...
Con la sexta major acariciando la yema de los dedos, el último paso por la gran hinchada que ese día estuvo animando en Tokyo, fue simplemente espectacular¡¡¡¡¡
Tal fue el subidón, que tras el baño de masas que me di, y pasados unos metros, me paré, me di la vuelta y en un gesto de rabia infinita, grité a pulmón lleno un siiiiiiiii, la sexta ya esta aquí¡¡¡¡
De ahí, a la meta, pure disfrute...
Ya solo tenía ojitos para la cámara, y con el gesto del 5 + 1, fui poco a poco consumiendo los últimos metros, no sin antes, besarme el anillo, y tras cruzar la meta, como ya viene siendo costumbre desde Oporto, arrodillarme y besar el suelo.
El guerrero estaba en casa.... y con ese beso sellaba una batalla más con Filípides, y sin saberlo aún, dejaba caer el guante para la siguiente.... Valencia 2018.
Finalmente 2:47:24, que sinceramente era lo de menos, habíamos venido a jugar, lo intentamos y no salió, pero nos llevábamos de Tokyo mucho más que un dato numérico, nos traíamos a casa infinidad de recuerdos...
Tras recibir la medalla de la Maratón de Tokyo, directo al Stand de Abbott para recibir la Gran MeDaLLA, aquella que una vez, el longevo y gran corredor abulense Constantino Ramírez me dejara tocar tras un encuentro fortuito en un restaurante de la sierra abulense.
Ahora ya era mía¡¡¡
Entrega bastante sosa, que para lo que te dejas en cada una de las maratones ya se podían estirar un poco, jajajaja.
Como es costumbre ya, tras un gran maratón el camino que has de andar se hace interminable, pero finalmente, la espera mereció la pena, el recibimiento que me hizo mi familia no tiene palabras para describirse. Creo que es una clara imagen de que esto no solo ha sido un reto mío, sino que toda la familia lo hemos vivido con una pasión desbordante, AUPA FAMILIA¡¡¡¡
y la de los amigos no se quedó atrás, con una cerveza bien fresca que entró del tirón¡¡¡
y después.... Pues una maratón, no se acaba cuando uno cruza la meta, podríamos decir que en cierta parte, empieza la parte más lúdica de una carrera en el extranjero, la celebración...
Ya solo quedaba que el otro guerrero, aquel que lucía el Hachimaki de ""KaMiKaZe"" terminará su batalla, y antes de que el reloj cambiara a las 4 horas, allí estaba enarbolando su bandera de España, más feliz que un perro con dos colas, dándose otro bien merecido baño de masas¡¡¡
Enhorabuena Nicolás¡¡¡ otra muesca en el revolver y su repoker de maratones, ahí es nada¡¡¡
No tardamos en hacernos con el personal de Japón, y es que son un pueblo encantador, que hacen que te sientas como en casa, y la verdad es que así fue, estuvimos mejor que en casa...
Encontramos por casualidad el bar de Michu y Sanae, y la verdad es que fue toda una experiencia, recuerdos que nos acompañaran durante toda la vida, y el del karaoke, no dejes de visitarlo si vas a Japón¡¡
En Tokyo se cierra un ciclo, pero a buen seguro que habrá más Batallitas que podré contar a mis nietos, y que a buen seguro también han quedado grabadas en la retina de mis hijos, que con el paso de los años, recordaran que sin saber muy bien porque seguían a su padre desgañitándose por los rincones de este mundo, gritando ese Aupa¡¡¡ que hace que la gente me confunda con vasco, cuando como reza el encabezamiento de este blogg uno , es Conquense de nacimiento, arancetano de corazón, cucharero de adopción y residente en Coslada¡¡¡
El resto del viaje por tierras niponas, espectacular¡¡¡¡¡ Pudimos seguir disfrutando tanto de la gastronomía, del Sake, como de sitios tan espectaculares como Niko, Monte Fuji, Nara, Kyoto... y como no de una compañía de lujo...
Ya de vuelta de tierras niponas, es tiempo de plasmar las vivencias de este maratón, que además de sumar mi sexto Major, nos ha permitido de nuevo, poder disfrutar de un inolvidable viaje por tierras asiáticas.
El valor real de estas 6 major reside, en poder haber disfrutado de dos de las cosas que mas me gustan en esta vida, viajar y correr, si a esto lo aderezamos con familia y amigos, el cocktail es perfecto¡¡¡
Japón no era un destino que me llamara mucho la atención años atrás. Poco a poco, he ido conociendo su gastronomía, la cual me ha ido cautivando. Así que, que la Maratón de Tokyo formara parte de los 6 Majors, era una buena escusa para escaparnos hasta allí, y ver que es lo que se escondía tras su cocina.
Esta aventura, comenzaba allá por el mes de Agosto, cuando se abría la inscripción para corredores overseas con marcas por debajo de 2:45, tan solo 300 dorsales, pero creo que si tienes una marca por debajo de esos 2:45 no ha de haber problema. Acredité los 2:39:54 de Chicago y en cuestión de un mes ya tenía la confirmación de que había sido admitido.
Fue curioso encontrar luego en la feria del corredor un Mega Poster con todos aquellos que habíamos llegado hasta allí acreditando marca....
Una vez confirmada la participación, tocaba organizar el viaje. Iberia actualmente solo tiene dos vuelos directos semanales a Tokyo (ya han confirmado que subirán a 5, Tokyo 2020 se acerca¡¡¡). Actualmente solo los Martes y Viernes. Finalmente descarté ambos. Uno porque llegaba demasiado pronto y no me veía encerrado en el hotel descansando y el otro porque aterrizaba el Sábado, y en caso de haber algún problema podría comprometer la recogida del dorsal. Así que finalmente me decanté por un vuelo con salida de Madrid a las 7 AM, con escala en Londres, y con llegada el Viernes a eso de las 8:30 AM horas niponas.
Para un popular, al menos en mi caso, no hay discusión, con cuanto menos tiempo llegues antes de la cita mejor. No hay tiempo para la aclimatación, pero tampoco para acumular cansancio. Son tantos los factores que rodean a una maratón, que sinceramente este, aún siendo de los más importantes, debe de ser asumible para un popular.
Así pues, el pasado Jueves 22 de Febrero, a las 5 AM, Nico y MAri pasaban a recogerme por la puerta de casa, dando comienzo a la Aventura Nipona. Tras 19 horas y una escala de dos horas en Londres, aterrizábamos en Tokyo a eso de las 8 AM ( 00:00 en Madrid,8 horas de diferencia). Recogida de maletas, y unas dos horas más tardes llegábamos al Hotel, que estaba emplazado en el barrio de Asakusa.
Sin tiempo para mucho más, nos unimos a Carlos y Victor que estaban en Tokyo tras haber corrido la Maratón de Kyoto la semana anterior. Nos dirigimos hacia la feria del corredor. Una hora más de transporte, pero ahora ya si pudiendo disfrutar del Skyline de la ciudad de Tokyo¡¡¡
Recogida de dorsal, paseo rápido por la Feria, que nos pareció más bien estilo Bazar, y de vuelta hacia el hotel para hacer nuestra primera comida en Japón.
Tras la comida, nos retiramos para descansar un poco. Quizás hubiera venido bien una siesta, pero prefería aguantar hasta la noche para así caer más cansado...
Por la tarde, me uní a Carlos, Victor y MAri que andaban tomando una cerveza.
Un par de ellas, y al hotel, donde me tomé un par de yogures con cereales y a dormir. Llega un momento que el cuerpo ya no sabe si cena, desayuna, duerme... Así que tras 30 horas donde dormí apenas 45 min, me metía en la cama cansado...
Una mañana soleada, la excitación del día previo de la carrera y esas 8 horas que entre pitos y flautas había conseguido dormir, hicieron que me sintiera recuperado del viaje del día anterior.
No suelo ser de salir a estirar piernas el día de antes, pero como todavía no había llegado la familia, le dije a Nico de salir 25 min a estirar las patas, y lo disfrutamos de lo lindo¡¡¡
Tras la breve carrera, y unos progresivos en la puerta del hotel, desayuno y dar una vuelta de reconocimiento por ""el barrio"".
La verdad es que fue todo un acierto alojarse en Asakusa, barrio lleno de vida, con su Puerta de Kamarinamon como tarjeta de bienvenida, su comercio y su multitud de restaurantes, hace de este barrio una muy buena opción para tu estancia en Tokyo¡¡¡
Tras el paseo, a esperar en el hotel a que llegara el resto de la expedición nipona. Marta, Guille, Mario, Antonio y Emi, llegarían sobre las 13. Tiempo justo para dejar las maletas y a comer.
Fue complicado encontrar una mesa para tanta gente, pero finalmente lo conseguimos en un restaurante al que ya le habíamos echado un ojo anteriormente.
Este es otro de los hándicaps que se ha de superar cuando viajas tan lejos para correr un maratón, el de la alimentación. Pero de perdidos al rio, y nos metimos a comer Monjayaki y Okonomiyaki,
la verdad es que estuvo tan bueno que incluso repetimos, de una variedad que nosotros tuvimos a bien en llamar arroz negro, si bien solo se parecía en el color¡¡¡¡
Para entonces la Asahi, ya se había convertido en un fijo en nuestra dieta nipona....
Tras la comida, de nuevo paseo por el barrio, esta vez para visitar el Templo, la pagoda, etc, y sobre las 5, a descansar un poco a los aposentos...
Sobre las 7, salida para la cena. Esta vez a base de hidratos y proteína en forma de sushi y sashimi...
Las 21:30, fue una hora perfecta para retirarnos a intentar descansar, porque al día siguiente tocaba lidiar con La MaDRe De ToDaS LaS BaTaLLas¡¡¡¡¡
A las 6 AM, había puesto el despertador, no hace falta decir que no llegó a sonar. Desayuno a base de café nexpreso, y tres rebanadas de pan con miel, eso sí esta vez tocó desayunar en el baño, para no despertar a Marta.
A las 7AM, había quedado con Nico para coger el metro que estaba a escasos 200 metros de la puerta del Hotel. Al menos en mi caso, cuanto más viaja uno, más despreocupado va uno. Llegar a la salida de un maratón en una ciudad que no conoces, no es nada difícil, tan solo has de seguir a la gente, que al igual que tú, viaja con cara de sueño, la más amplia de sus sonrisas y ataviados en muchos casos con ropa de Homeless.
Así que eso fue lo que hicimos, obviando las referencias que la noche antes había tomado en mi teléfono, decidimos seguir, al primer corredor que vimos, si a eso le añades que tenía los ojos rasgados , no podíamos perdernos¡¡¡¡
Pues bien, gracias a que allí en Japón casi nadie habla inglés, casi la liamos¡¡¡¡ Tokyo en su primeros días puede ser un poco lioso con tantas líneas de metro, la JP rail, etc. El billete es distinto para todas ellas. Así que nos bajamos tras nuestro amigo, y cuando llegamos al siguiente torno, vimos perplejos como nuestro billete proporcionado por la organización no funcionaba¡¡¡¡
Un controlador de la JP rail, con cara de pocos amigos, y con el signo japonés inequívoco de brazos cruzados en forma de X nos avisaba de que algo gordo estábamos haciendo. Intenté explicarle, que íbamos a la maratón y que teníamos que correr, y como dos buenos capullos que somos habíamos salido sin money del Hotel: ""no money my friend¡¡"" we have to run the marathon¡¡¡
Nico nervioso, me incitó a saltarnos el control y tirar para adelante, menos mal que no le hice caso, porque a estas alturas podíamos estar hablando de que nuestro maratón pudo acabar antes de salir, jejeje
Así que nada, vuelta sobre nuestros pasos y al metro del que nos habíamos bajado. Una vez dentro y tras varios intentos de comunicarnos con el personal en inglés para comprobar si con ese billetito del Tokyo metro podíamos llegar a la salida, detecté en el vagón un corredor de aspecto latino, así que tras el do you speak english?? al que le siguió un y español también, conseguimos relajarnos un poco...
Dicho corredor resultó ser Alfonso, que grande donde los haya había salido de su hotel con la ruta bien aprendida, y aunque no se lo preguntamos, seguro que también llevaba algo de dinero por si acaso.... en fin que le debimos parecer como Fernando Esteso y Pajares.
Cuando llegamos a la zona de salida, nos tuvimos que separar de Alfonso, al que, a buen seguro llamaré cuando vaya por Santander para hacernos alguna salida por esa ciudad que tanto me gusta¡¡¡
La seguridad impecable, la organización de los drop box para ropero y baños no tanto. Aunque ha sido el primer maratón, donde la mañana de la carrera me ha costado ir al baño (sería por la diferencia horaria) necesitaba un baño, para, ejm, ejem ya sabéis, por si acaso... LAs colas eran interminables¡¡¡¡
Como uno ya tiene unas pocas de tablas, decidí posponer la visita hasta estar dentro mi zona de salida, y en efecto, poco antes de entrar en el corral, unas escaleras sospechosas descendían... me extrañó que un país tan civilizado la gente se arriesgara a buscar un recoveco donde echar ese último pis, pero aún así bajé.. y pude finalmente encontrar unos baños completamente vacíos donde aliviar los últimos nervios.
15 min antes ya me encontraba en al cajón de semielite. Los momentos antes de la salida, son de los que más disfruto, es una sensación de felicidad máxima. Piensas, jo aquí estoy a 10.000 km de casa dispuesto a correr la Maratón de Tokyo, cosa que nunca podría haber imaginado.
Te sientes un privilegiado, estas en la línea de salida, sin lesiones, sabiendo que tu familia te va a estar animando en las calles de Tokyo, en esta ocasión también estará Antonio, Emi y los kyotenses Carlos y Victillor, no se puede pedir más...
A las 9:10 AM, con puntualidad japonesa se dio la salida, miles de confetis vuelan sobre nuestras cabezas, el AUPAAAAA que sonó desde mi garganta fue bien grande, la MADRe De ToDaS LaS BaTaLLas daba comienzo...
La salida, salvando las distancias, me recordó bastante a la de Chicago. Escoltado por las torres del Tokyo Metropolitan Goverment, hace más majestuosa si cabe la salida de este Major. Preludio de lo que pudo haber sido y no fue, ya que a lo largo del recorrido, este me fue defraudando....
El dorsal semielite, me daba derecho a salir en el primer cajón tras los elites. Aún así, a escasos 5o metros de la salida, se forma una gran montonera y pude ver hasta casi la decena de corredores en el suelo, por suerte pude esquivarlos, y seguir mi camino. De nuevo la reflexión de que cuando te la juegas con Filípides no sabes donde te acecha el peligro, y cobra más valor si cabe el poder cruzar la línea de llegada...
Mi idea era clara, correr pon sensaciones, prestando atención a los parciales cada 5 km para intentar pasar la media maratón en torno a 1:20. A partir de ahí ya veríamos, mantener el ritmo hasta donde pudiéramos, y si al final el cuerpo respondía, intentar volver a estar por debajo de 2:40.
Tras el susto inicial, toca empaparse del ambiente cuanto antes. Los primeros km's están abarrotados de gente, que aunque poco bulliciosa se hace notar, y te recuerda que estás ante una gran cita. El comienzo pica descaradamente hacia abajo, lo cual ayuda a coger el ritmo rápidamente.
El primer 5k lo paso en 19:06, se que es un poco lento comparado con los últimos maratones (del orden de 20 seg), pero esto acaba de empezar...
LA mañana ha amanecido fría, pero la previsión es de que a lo largo del día mejore, por eso decidí ponerme los viejos guantes de Beefeater, que me recuerdan que otrora era un cierra bares, pienso que será un bonito sitio donde finalmente separarnos, han sido seguramente más de 15 años juntos¡¡¡
El primer Split discurre por el barrio de Shijuku, y con sus neones coloridos, te recuerdan que estás corriendo en Asia, la carrera promete. Pero no recuerdo exactamente en que momento, el paisaje cambia y se convierte en un monótono mural de cemento grisáceo.
El km 10 va llegando, la carrera de discapacitados de 10k, se separa hacia la derecha, justo donde he quedado con Marta y el resto de la expedición, así que toca ir pendiente de ambos lados. Muchísima gente por el recorrido, animando muy al estilo nipón, bajito para no molestar¡¡¡Dambalé¡¡¡Haito¡¡¡
Paso el km10, segundo Split en 18:53 (38:00 el 10mil). Las sensaciones son muy buenas, no puede ser de otra manera, acabamos de empezar, jejejeje
Aproximándonos al 11, logro ver las rojigualdas, señal inequívoca que allí andan los chicos. Me despego del grupo me dejo ir hacia la izquierda, mientras grito como un loco AUPAAA¡¡AUPAAA¡¡¡No falta el beso a Marta, el choque con Guille y MArio, y el baño de masas con los demás¡¡¡
Después del subidón, toca templar los nervios y volver a ajustar el ritmo. Me he quedado un poco descolgado, pero enseguida encuentro otro grupo. Ya me había avisado Victillor de que en Japón la gente corre que se las pela¡¡¡¡ y así fue, podía ver por delante muchísima gente, y no de esos que vas adelantando, no, gente con ritmos de 2:40 en maratón...
Me acoplo bastante bien al grupo, al que cariñosamente llamaría el Grupo del beso¡¡
Tercer Split en 18:55. Seguimos con buenas sensaciones y el ritmo dentro de lo esperado. Además la carrera ha pasado por el barrio, y ya se sabe eso de correr por casa siempre es un plus¡¡¡¡
Entre el 15 y el 20 está el primer giro de 360º, logró escuchar a Alfonso con ese Aúpa¡¡¡ le saludo en la distancia y sigo hacia adelante. La carrera, me sigue pareciendo sosa, mucha gente pero ambiente frio. Aprovecho cada vez que me cruzo con algún grupo de españoles, para arengarles y subir un poco la temperatura de la carrera.
Km 20 en 1:16:13, split en 19:15. No son buenas señales haberme ido por encima de 19, pero las sensaciones siguen siendo buenas, voy metido en grupo y sigue habiendo confianza¡¡¡
Paso la media según Garmin en 1:20:28, proyección de 2:41. A partir de ahí, toca seguir remando y ver que pasa. Tomo el segundo el gel y sigo haciendo camino.
Km 25 en 19:23. Sin llegar a tener malas sensaciones, el reloj va diciendo que o mucho cambia la película o no habrá sorpresa al igual que sucediera en Chicago.
En el siguiente Split, vuelve a estar de nuevo la familia, razón de más para seguir todavía enchufado en la carrera, a la espera de un milagro¡¡¡
De nuevo poder sentir el calor de los tuyos, hace que uno pueda tocar el cielo con las yemas de los dedos¡¡¡ que pasada¡¡¡¡
Poco a poco la musculatura se va agarrotando, y una cosa tengo bastante clara, es el sexto major y quiero guardar estos últimos km's en la retina....
Km 30 en 1:55:11. Split 19:33. La animación aunque el recorrido está abarrotado, sigue siendo poco bulliciosa, pero yo que ya voy pensando en colgarme la medalla de los seis majors no desaprovecho ninguna ocasión para bailar al son de los tambores¡¡
Siempre tirando del grupo, la edad creo que no me va a cambiar¡¡ |
Del 30 al 36, coincido con cabeza de carrera, que circula en sentido contrario, y me dedico literalmente a ver la carrera, que ya busca sus últimos km's. Salvo el grupo de las féminas que todavía es bastante grande, el resto ya va bastante desperdigado. Me llama la atención la cantidad de japoneses que van en las primeras plazas, como corren estos nipones¡¡¡¡
De los pocos sitios bonitos, junto con el barrio por el que discurrió la Maratón |
En el 36, giro de 360º y ahora sí a buscar la meta, en una zona que aún con los toboganes mencionados, si que me pareció favorable, para en caso de ir con fuerzas poder haber ganado algún segundo al cronómetro. Lo cierto es que, haciendo gala del Hachimaki que lucí ""fighting spirit" lo intenté en un par de veces, pero ante la negativa de mis piernas, bloqueadas ya por el esfuerzo, decidí volver de nuevo al ritmo cómodo.
Con una musculatura bastante castigada, e incluso con avisos de acalambramientos en los pies, los últimos km's se hicieron duros, pero diría que fueron de los más emotivos que haya corrido nunca...
Con la sexta major acariciando la yema de los dedos, el último paso por la gran hinchada que ese día estuvo animando en Tokyo, fue simplemente espectacular¡¡¡¡¡
Tal fue el subidón, que tras el baño de masas que me di, y pasados unos metros, me paré, me di la vuelta y en un gesto de rabia infinita, grité a pulmón lleno un siiiiiiiii, la sexta ya esta aquí¡¡¡¡
De ahí, a la meta, pure disfrute...
Ya solo tenía ojitos para la cámara, y con el gesto del 5 + 1, fui poco a poco consumiendo los últimos metros, no sin antes, besarme el anillo, y tras cruzar la meta, como ya viene siendo costumbre desde Oporto, arrodillarme y besar el suelo.
El guerrero estaba en casa.... y con ese beso sellaba una batalla más con Filípides, y sin saberlo aún, dejaba caer el guante para la siguiente.... Valencia 2018.
Finalmente 2:47:24, que sinceramente era lo de menos, habíamos venido a jugar, lo intentamos y no salió, pero nos llevábamos de Tokyo mucho más que un dato numérico, nos traíamos a casa infinidad de recuerdos...
Tras recibir la medalla de la Maratón de Tokyo, directo al Stand de Abbott para recibir la Gran MeDaLLA, aquella que una vez, el longevo y gran corredor abulense Constantino Ramírez me dejara tocar tras un encuentro fortuito en un restaurante de la sierra abulense.
Ahora ya era mía¡¡¡
Entrega bastante sosa, que para lo que te dejas en cada una de las maratones ya se podían estirar un poco, jajajaja.
Como es costumbre ya, tras un gran maratón el camino que has de andar se hace interminable, pero finalmente, la espera mereció la pena, el recibimiento que me hizo mi familia no tiene palabras para describirse. Creo que es una clara imagen de que esto no solo ha sido un reto mío, sino que toda la familia lo hemos vivido con una pasión desbordante, AUPA FAMILIA¡¡¡¡
y la de los amigos no se quedó atrás, con una cerveza bien fresca que entró del tirón¡¡¡
y después.... Pues una maratón, no se acaba cuando uno cruza la meta, podríamos decir que en cierta parte, empieza la parte más lúdica de una carrera en el extranjero, la celebración...
Ya solo quedaba que el otro guerrero, aquel que lucía el Hachimaki de ""KaMiKaZe"" terminará su batalla, y antes de que el reloj cambiara a las 4 horas, allí estaba enarbolando su bandera de España, más feliz que un perro con dos colas, dándose otro bien merecido baño de masas¡¡¡
Enhorabuena Nicolás¡¡¡ otra muesca en el revolver y su repoker de maratones, ahí es nada¡¡¡
No tardamos en hacernos con el personal de Japón, y es que son un pueblo encantador, que hacen que te sientas como en casa, y la verdad es que así fue, estuvimos mejor que en casa...
Encontramos por casualidad el bar de Michu y Sanae, y la verdad es que fue toda una experiencia, recuerdos que nos acompañaran durante toda la vida, y el del karaoke, no dejes de visitarlo si vas a Japón¡¡
En Tokyo se cierra un ciclo, pero a buen seguro que habrá más Batallitas que podré contar a mis nietos, y que a buen seguro también han quedado grabadas en la retina de mis hijos, que con el paso de los años, recordaran que sin saber muy bien porque seguían a su padre desgañitándose por los rincones de este mundo, gritando ese Aupa¡¡¡ que hace que la gente me confunda con vasco, cuando como reza el encabezamiento de este blogg uno , es Conquense de nacimiento, arancetano de corazón, cucharero de adopción y residente en Coslada¡¡¡
Terminando el Viaje con un buen Whisky japonés¡¡¡ |
que viaje mas espectacular y encima 6ª y 5ªmayors aupa
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